lunes, 11 de mayo de 2009

¿Todo lo natural es sano?

Un error considerar que todo lo natural es sano y que el tratamiento industrial o culinario de los alimentos destruye su valor nutritivo y su influencia positiva en la Salud.
Muchas de las técnicas modernas de procesado (congelación, enlatado, cocinado con microondas, etc.) ayudan a retener el valor nutricional de los alimentos, y a garantizar, en mayor medida, su seguridad. De igual manera, algunos alimentos naturales (como ejemplo más claro podemos citar a las setas venenosas) no son sanos o seguros.
Las industrias seleccionan materias primas, mejoran sus procesos y dan una fecha de consumo preferente para sus productos, todos estos esfuerzos no pueden ser menospreciados.
Es evidente que tiene que haber controles respecto a que aditivos se pueden utilizar y cuales conviene evitar, pero son las autoridades sanitarias las que deben asumir y de hecho asumen, esta responsabilidad. Los consumidores no pueden convertirse en expertos en este terreno, controlando los conservantes y, colorantes añadidos a los alimentos y contrastando con los reseñados, en alguna lista, como peligrosos, dado que muchas de estas listas están equivocadas o anticuadas, algunas no citan como peligrosos aditivos que hace tiempo se han prohibido o indican que conviene evitar ingredientes que no plantean ningún problema.
En este mismo sentido, no siempre lo “casero” es mejor, pues los ingredientes comprados, la manipulación, cocinado, almacenamiento, etc., de los alimentos, puede variar considerablemente de un hogar a otro. Igual que no todas las industrias o restaurantes son iguales en el control microbiológico y nutricional de los alimentos, tampoco las casas son todas iguales y el que un alimento sea “casero” no es garantía de calidad. De hecho la mayor parte de los casos de salmonelosis, que se han presentado en los últimos años, se han debido a una inadecuada manipulación y conservación de los alimentos en el hogar.

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