lunes, 11 de mayo de 2009

NUTRICION Y OSTEOPOROSIS


La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una disminución de la masa ósea. El hueso se vuelve más poroso y frágil, con lo que es menos resistente a los golpes y puede romperse con mayor facilidad.
• Es una enfermedad frecuente. En España lo padecen unos 3 millones de personas, y afecta principalmente a las mujeres después de la menopausia y a los ancianos en general.
• Se le ha llamado la "enfermedad silenciosa", ya que la pérdida de hueso no duele y no presenta síntomas. Casi siempre el primer signo de la osteoporosis es la fractura del hueso debilitado, principalmente de cadera, muñeca o discos vertebrales, lo que origina dolores y deformidades. Se estima que el 20% de los pacientes que han sufrido una fractura de cadera fallecen en los seis primeros meses, y muchos quedan inválidos y requieren cuidados especiales.
• Hoy se reconoce que la osteoporosis de produce por la adquisición de un pico de masa ósea insuficiente al final del desarrollo del esqueleto, o por una pérdida rápida de masa ósea durante etapas posteriores de la vida. La mayoría del hueso adulto se constituye durante la niñez y adolescencia, alcanzándose el pico de masa ósea en torno a los 20 años de edad. Por eso es importante durante todos estos años un aporte adecuado de todos los nutrientes implicados en el desarrollo del hueso, para conseguir la mayor masa ósea posible.

Factores que influyen en la osteoporosis

Algunos de los factores que condicionan el pico de masa ósea que se alcanza son:
• Sexo: la densidad de los huesos es mayor en varones que en mujeres. Antes de la pubertad, la ganancia de masa ósea es similar en niños y niñas, pero después de esta etapa, los varones tienden a alcanzar mayor masa ósea que las chicas.
• Raza: la masa ósea es mayor en la raza negra que en caucásicos y asiáticos.
• Factores hormonales: las hormonas sexuales, como estrógenos y testosterona, son esenciales para el desarrollo de la masa ósea. Las niñas que comienzan la menstruación a edades más tempranas normalmente alcanzan mayor densidad ósea. Por otro lado, las mujeres con desarreglos menstruales, por lo general, tienen menor densidad ósea. Las personas más delgadas, al tener menos grasa corporal, también sintetizan menos estrógenos y puede aumentar el riesgo de osteoporosis.
• Situación nutricional: El calcio es un nutriente esencial para la salud ósea. De hecho la deficiencia de calcio en personas jóvenes es responsable de que se consiga un 5-10% menos de masa ósea, y que el riesgo de fracturas en etapas posteriores de la vida aumente.
• Actividad física: Los beneficios de la actividad física son mayores en las zonas del esqueleto que soportan el peso del cuerpo, como ocurre con las caderas cuando caminamos o corremos o con los brazos en los gimnastas y levantadores de peso.
Además, la herencia puede jugar un papel importante, ya que las hijas de mujeres osteoporóticas tienen menor masa ósea
Una vez alcanzado el pico de masa ósea, a partir de los 35-40 años la masa ósea disminuye, un 45-50% en mujeres y un 20-30% en varones. Además, la pérdida de masa ósea es especialmente importante en la menopausia, ya que puede llegar a perderse hasta un 2-3% de masa ósea al año.
Aunque hay tratamientos para la osteoporosis, en este momento no tiene cura. Por eso la prevención es muy importante. Las principales recomendaciones para prevenir la osteoporosis son:
• Seguir una dieta equilibrada, especialmente rica en calcio y vitamina D.
• Ejercicio.
• Tener un estilo de vida sano, evitando el consumo de tabaco o el abuso del alcohol.
• Vigilar la densidad del hueso y utilizar medicación adecuada cuando sea necesario.
Aunque la osteoporosis se manifiesta con más frecuencia en las personas de edad avanzada, es importante vigilar la salud de los huesos desde la juventud. Seguir una dieta adecuada y un estilo de vida saludable durante toda la vida es la mejor recomendación para prevenir la osteoporosis, tanto en hombres como en mujeres.

Pautas dieteticas para mantener la salud osea

La mejor fuente de calcio son los alimentos: aunque podemos conseguir calcio a partir de suplementos dietéticos, la mejor forma de obtenerlo es a partir de los alimentos ricos en calcio, ya que en ellos hay otras sustancias que facilitan su absorción y aprovechamiento por el organismo. Los productos lácteos aportan más del 80% del calcio de la dieta. Se trata además de un calcio de fácil absorción y contienen sustancias que favorecen más aún su absorción, como la lactosa. Por esta razón, las personas que toman pocos lácteos tienen más riesgo de sufrir osteoporosis. Se recomienda tomar 2-3 raciones de lácteos al día, y en el caso de individuos con mayores necesidades de calcio (adolescentes, mujeres, personas de edad avanzada) 3-4 raciones diarias.
Además, una ingesta adecuada de fruta y verduras es fundamental. Contienen numerosos elementos que contribuyen a mantener la salud del hueso, ya que permiten que la orina mantenga un pH alcalino, lo que limita la pérdida de calcio por la orina. La recomendación general es la de tomar entre 2 y 4 raciones de fruta y entre 3 y 5 raciones de verdura al día. Los mejor es tomar frutas y verduras variadas cada día, de diferentes colores y tipos.
Aunque pueda parecérnoslo, la soja no es una buena fuente de calcio. El calcio que se añade a las leches de soja enriquecidas en este mineral se absorbe con menor eficacia que el de la leche, solo un 75%. Por esta razón, para tomar la misma cantidad de calcio que hay en tres vasos de leche de vaca habría que tomar 4 vasos de leche de soja enriquecida. Ahora bien, la soja contiene unas sustancias llamadas isoflavonas, que son muy positivas para la salud. Algunas tienen capacidad estrogénica, por lo que pueden ser beneficiosas para la salud del hueso.
Los alimentos ricos en proteínas contribuyen a que el pH urinario sea ligeramente ácido, lo que favorece la eliminación de calcio en orina y contribuye a la desmineralización ósea. Las grasas, especialmente las saturadas, disminuyen la absorción de calcio y favorecen su eliminación en la orina, por lo que debe vigilarse su ingesta. Esto no debe ser razón para eliminar los productos lácteos de la dieta por temor a la grasa, ya que disponemos de productos con bajo contenido en grasa y que siguen siendo ricos en calcio y otros elementos.
Los refrescos tampoco contribuyen a la salud ósea: Cuando tomamos refrescos en lugar de leche estamos disminuyendo de manera importante la cantidad de calcio que tomamos. Además las bebidas carbonatadas (con gas) pueden contener altas cantidades de fósforo, que alteran el remodelado óseo.

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