lunes, 11 de mayo de 2009

BULIMIA Y ANOREXIA



Entre las diferentes dificultades alimentarias que puede presentar una persona, las de mayor difusión son la bulimia y la anorexia. En los hechos resulta hasta enmarañado separarlas como entidades distintas, quizás se deberían llamar: "Dificultades en relación a la alimentación" como manera general. Existen algunas expresiones clínicas bastante generalizadas pero es discutible si es que existiría una patología específica o se trataría sólo de manifestaciones fenomenológicas inscriptas en otro tipo de clasificaciones. En general han cobrado difusión tanto la bulimia como la anorexia, por una parte porque desde finales del siglo veinte la casuística ha aumentado considerablemente, por otro lado han sido tomadas con bastante espacio en los medios de comunicación, porque determinadas personas e instituciones han mantenido una permanente campaña de difusión, incorporándolas en la agenda social.

Según ALUBA (Asociación de lucha contra la bulimia y la anorexia de Argentina) las pautas culturales han determinado que la delgadez sea sinónimo de éxito social. Muchos (...) jóvenes luchan para conseguir el "físico ideal" motivados por modelos, artistas o por la publicidad comercial (...) la BULIMIA y la ANOREXIA NERVIOSA, dos complejas enfermedades alimentarias.

Existen signos visibles característicos de la BULIMIA:
o Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...).
o Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida.
o Miedo a engordar.
o Acude al lavabo después de comer.
o Vómitos autoprovocados, abusa de laxantes o diuréticos.
o Usa fármacos para adelgazar.
o Realiza regímenes rigurosos y rígidos.
Signos fisiológicos: Modificación del carácter (depresión, sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza, sensación de descontrol...) Severa autocrítica. Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su persona. Cambios en la autoestima en relación al peso corporal. Inflamación de las parótidas. Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos. Irritación crónica de la garganta. Fatiga y dolores musculares. Inexplicable pérdida de piezas dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, arriba o abajo).
En cuanto a la ANOREXIA, los signos visibles:
• Conductas patológicas Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de comida) o dietas severas. Rituales con la comida como: contar calorías, descuartizar la comida en trozos pequeños, preparar comida para otros y no comer.
• Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo normal.
• Temor a verse obligado a comer en sociedad (fiestas, reuniones familiares...).
• Hiperactividad (exceso de gimnasia u otros deportes).
• Esconder el cuerpo debajo de ropa holgada.
• Negarse a usar ropa de baño y que vean su cuerpo.
• En ocasiones, atracones y uso de laxantes o diuréticos. Abuso de edulcorantes.
Signos fisiológicos: Pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un período breve). Falta de menstruación o retraso en su aparición sin causa fisiológica conocida. Palidez, caída del cabello, sensación de frío y dedos azulados. Debilidad y mareo Cambio de actitud: Cambio de carácter (irritabilidad, ira). Sentimientos depresivos. Inseguridad en cuanto a sus capacidades. Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. Aislamiento social.
En ambas patologías (bulimia y anorexia) si las personas no se tratan pueden llegar a la muerte como causa de la enfermedad. Peligra su salud (...) problemas en (estudios) el trabajo, con la familia y sociedad. Perderán la autoestima y se deteriorará su personalidad. No conseguirán independencia ni autosuficiencia. Posiblemente no consigan la inserción social necesaria. Con el tiempo, se tiene muy baja calidad de vida pudiendo aparecer ideas o actos de suicidio. En este sentido Aluba recomienda, que se necesita la colaboración de todos. De una institución organizada. De un equipo interdisciplinario especializado en patología de la alimentación. De un grupo de autoayuda que incentive al paciente a cumplir su proyecto de vida. De un grupo de autoayuda para padres que optimice los esfuerzos de ayuda, la comunicación y la convivencia familiar, así como el desarrollo personal de todos y cada uno de sus miembros. De unos amigos que entiendan la enfermedad y ayuden a su curación.

Según el psicoanálisis (escuela francesa):
No se puede hablar de psicopatología específica para bulimia o la anorexia, en todo caso se trata de manifestaciones clínicas o fenomenológicas enmarcadas en una estructuración mayor. Desde el psicoanálisis y desde otras posturas también, al no explicar estas entidades desde el punto de vista de causa - efecto - culpa, se pierde la posibilidad "publicitaria" de explicar para el público masivo y de manera simple las características particulares. Pero cabe aclarar que se rompe la idea generalizada que la imagen occidental de la mujer delgada, favorezca o sea "causante" de patologías alimentarias. Se trata más bien de provocar un vacío estructural frete a la demanda incolmable del Otro (con mayúsculas). Así, se produce un comer "nada" o comer "todo", de intentar fallidamente la provocación de una metáfora simbólica que limite la perdida del ser del sujeto. La noción de deseo se liga estructuralmente a la noción de falta, en este sentido cabe la ejemplificación mítica, donde un niño atiborrado con la comida puede llegar a rehusar alimentarse recreando simbólicamente (aunque fallidamente) una falta que se tapona con el cumplimiento de las necesidades. En este sentido el rechazo del alimento cobra la dimensión deseante. Un vacío provocando como elemento restitutivo, algo que rompe el todo (la nada), o algo que descompleta al todo, el (vomito). En este sentido en el caso de la histeria (importante número de casos) demuestra con su fantasmática de la problemática deseante no recae sobre un objeto particular (en este caso la comida), sino que se desplaza permanentemente porque en definitivamente se dirige a una falta. Si se habla entonces del orden de la histeria sería en la intimidad, sin escenas, no pudiendo terminar de enterarse del cuerpo, de la sexualidad, de allí la posición infantil, y del rehusamiento a la vida sexual o la amenorrea, porque la energía libidinal esta puesta al sevicio del síntoma. Por otro lado psicoanalíticamente no podría hablarse de "fenómeno psicosomático", porque lo psicosomático es del orden lesional y aquí se trata del orden funcional, porque adelgazar es una consecuencia del no comer, y no al revés. Según los casos puede hablarse del orden de la fobia (a los alimentos). Del orden de la psicosis, aunque este sería otro diagnóstico, se trataría de una expresión clínica pero no anorexia o bulimia.. Es claro que no sería del orden perverso, porque si bien reniega del alimento y de su cuerpo (su esquema corporal se encuentra deteriorado), lo hace desde la neurosis en relación al goce fálico. En el caso de la bulimia los rituales remiten a rasgos obsesivos, pero solo en un sentido descriptivo, no estructuralmente.

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