lunes, 11 de mayo de 2009

Tabla de ingesta recomendable

Dado el carácter eminentemente práctico de las tablas de ingestas recomendadas, al emplearlas, es necesario tener en cuenta algunos aspectos que se comentan a continuación:
Son específicas para un país determinado. Cada país debe elaborar sus propias tablas, ya que aunque no suelen existir grandes diferencias cuantitativas entre ellas, siempre hay matices que recogen las particularidades de cada población.
Las cantidades indicadas en las tablas, se refieren a personas sanas, que no fuman, ni consumen alcohol o fármacos habitualmente, puesto que algunas patologías, o el consumo habitual de tabaco, alcohol o algunos fármacos, pueden demandar una cantidad diferente de algunos nutrientes. Ejemplos típicos son las interacciones entre algunos anticonvulsivantes y el ácido fólico o la interacción entre vitamina C y tabaco, que hace que los fumadores necesiten ingerir mayores cantidades de vitamina C que las expresadas en las tablas.
Los valores que aparecen en ellas, solo son aplicables a personas de peso y talla medios, ya que la cantidad de energía (para mantener el peso) y de otros nutrientes, que necesita el organismo varía en función del peso.
Para conocer, de un modo más exacto, las ingestas recomendadas de energía se debe calcular, en primer lugar, el gasto metabólico basal a partir de las ecuaciones propuestas (que difieren en función de la edad y sexo del individuo), multiplicando después, este valor, por un coeficiente de actividad, en función de que la actividad dominante realizada a lo largo del día sea ligera, moderada o activa.
La ingesta recomendada de las vitaminas B1, B2 y B6, se establece en función de la ingesta recomendada de energía, concretamente 0,4 mg/1000 Kcal., 0,6 mg/1000 Kcal. y 6,6 mg/100 Kcal., respectivamente, debido a su participación en el metabolismo energético. Este hecho, obliga a recalcular las recomendaciones de estas vitaminas en personas cuyas necesidades de energía difieran de las expresadas en estas tablas.
Todas las ingestas recomendadas (tanto de energía como de los diversos nutrientes), se expresan en cantidad a ingerir por persona y día, (por ejemplo, la cantidad de vitamina C que debe ingerir un varón de 41 años de edad es de 60 mg al día). Esto no quiere decir, en cambio, que sea estrictamente necesario ingerir esa cantidad todos los días, sino que bastará con que la ingesta media de una serie de días (en torno a 10 o 15) cubra la cantidad.
En principio, las cantidades de energía y nutrientes expresadas en las tablas de ingestas recomendadas, son cantidades a cubrir de forma exclusiva a partir de los alimentos que componen la dieta, y no a través del consumo de suplementos, ya que existen componentes de los alimentos con efectos probados en la salud (como por ejemplo el licopeno), para los cuales todavía no existen suficientes conocimientos como para establecer recomendaciones, y cuya ingesta sólo se podrá lograr con la dieta. Sin embargo, estos aportes pueden ser útiles cuando sea imposible cubrir las necesidades solo a partir del consumo de alimentos, como ocurre, por ejemplo, en el caso de las mujeres en edad fértil, a las que se recomienda suplementar la dieta con 400 microgramos/día de ácido fólico para prevenir malformaciones congénitas en los descendientes.

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